A lo largo de nuestros posteos, hemos recopilado los conceptos más importantes de cada eje. Para este, nuestro posteo final, haremos un recorrido breve por los temas ya mencionados e incorporaremos los del último eje para relacionarlos y concluir así con lo más importante de la materia.
El hombre es un ser social que se relaciona con sus pares y con las tecnologías en un campo de interacción determinado. Se distinguen tres tipos de campo: la casa, la comunidad/sociedad y el planeta.
La casa u hogar es el espacio para el disfrute privado del hombre, donde establece vínculos estrechos con sus familias, crea su propio mundo de valores, ideas determinadas y límites que no pueden ser cruzados. Es un espacio en el que las reglas están presentes y en el cual las tecnologías se pueden asociar principalmente al tiempo de ocio.
La comunidad, es el lugar en el que los sujetos se relacionan con otros que pueden o no formar parte se su círculo estrecho de relaciones. En este espacio las personas se agrupan con gente similar a ellos y se diferencian de aquellos cuyos ideales no se asemejan a los suyos. Esta idea de asociación o diferenciación se ve plasmada en los símbolos que se crean como escudos, banderas, entre otros. En la comunidad, las tecnologías cumplen el rol de ser medios para la expresión: si bien no todos pueden expresarse a través de los medios o tecnologías de la comunicación, sí pueden regular lo que se va a ver o no a través de lo que se conoce como rating; refracción: la experiencia de la comunidad se refleja logrando así, que se inviertan las normas de conducta y los valores que “normalmente” marcan los límites propios de cada hombre; y como críticas: dan un espacio, tanto a las mayorías como a las minorías, para opinar y participar así de la formación de la opinión publica.
Y por último, el planeta que es el espacio más grande en el que el hombre puede permanecer y es el que le permite establecer relaciones interpersonales con sujetos que están distantes, con objetos o con culturas que nada tiene que ver con lo que el hombre esta acostumbrado a ver en su vida cotidiana. Aquí, las tecnologías del transporte y la comunicación, se encargan de achicar las distancias permitiendo el contacto físico o virtual con otros hombres.
Se debe destacar que los hombres interactúan constantemente en los tres espacios. Se adaptan a las reglas o modos de accionar apropiados para cada uno y tratan de sacar el mayor provecho, beneficio o bienestar/comodidad que puedan.
Pero, ¿cómo aparecen las tecnologías en la vida del hombre? A partir de la interacción que éstos tienen con el mundo que los rodea surgen necesidades que deben ser satisfechas por herramientas que ellos mismo deben producir. Estas herramientas son las tecnologías y tienen la función de facilitarle la vida.
Pero con cada dificultad solucionada, con cada tecnología que hace que algún proceso de la vida cotidiana del hombre sea más sencillo surge una comodidad. Así se pasa de una necesidad primaria a una necesidad, por decirlo de alguna manera, superflua o no indispensable para el desarrollo del hombre.
Las comodidades son exigidas por el sujeto de acuerdo al tipo de vida que lleva. Se logra entonces la transformación de las tecnologías, que pasan de ser básicas a ser complejas, e incorporan todos aquellos dispositivos que el hombre puede necesitar. Las transformaciones tecnológicas pueden producirse más de una vez sobre un mismo objeto. Es el caso de la evolución del teléfono, ejemplo que puede ser leído en los posteos anteriores como en: “El mundo de hoy: tecnosujetos”.
Por todo lo planteado anteriormente se puede entender que el sujeto influenciado por el contexto en el que vive determina qué tecnología se debe crear y el uso que va a darle a la misma. Esto no es ni más ni menos que lo que estudiamos como relación tecnología-sujeto-contexto.
Si bien hay muchas categorías de tecnologías, vamos a enfocarnos en las de la comunicación masiva, que son las que comúnmente se agrupan bajo el término medios masivos de comunicación. Éstos son los encargados de darle un sustrato material a las formas simbólicas que el hombre produce, transmite y recepciona. Como mencionamos anteriormente, la función de las tecnologías, principalmente de las de la comunicación, consiste en achicar las distancias entre los hombre y permitir así un contacto entre ellos. A través de estas relaciones, el hombre se empapa de una cultura diferente a la que posee y se mantiene todo el tiempo informado respecto de los acontecimientos que están sucediendo en esos lugares distantes.
Con la incorporación de los medios masivos de comunicación en la vida del hombre se produce el fenómeno de la ruptura del tiempo/espacio. Los avances tecnológicos llevaron a que los mensajes se trasmitieran con mínima demora y a que el distanciamiento espacial entre los hombres se achicara. Con el descubrimiento de la simultaneidad, los acontecimientos que ocurren en lugares lejanos pueden ser vistos al mismo tiempo, para lo que se requirió, en un pasado, la estandarización del tiempo. El individuo cambia así su percepción de los lugares distantes: con estas tecnologías lo que antes parecía imposible, como era realizar una video llamada de Argentina a Tokio, hoy es posible. También mediatiza su experiencia, es decir que ya no reduce su experiencia a lo que vive cotidianamente, a la esfera de las relaciones personales, sino que ahora, el hombre entiende que debe ver al mundo como un todo y que lo que lo rodea no es más que el resultado de la cultura mundial en su conjunto. Y por último, esta ruptura o separación del tiempo/espacio altera el sentido de pertenencia del hombre, éste no cree ya que pertenece a comunidades que se han construido en base al pasado común y a las experiencias vividas, sino que acepta que hoy la cultura a la que pertenece es el resultado de la inclusión de los medios en las mismas. Se dota así la cultura nacional o tradicional con elementos extranjeros que la completan o modifican.
Más allá de la ruptura del tiempo/espacio, las tecnologías de la comunicación intervienen en la vida cotidiana de las personas influenciando en sus modos de pensar y modificando de esta forma su accionar. Esta intervención es lo que se conoce como mediatización. Es un proceso constante y paulatino que una vez instalado en la vida del hombre es difícil, por no decir imposible, de remover. Para que la mediatización sea posible, el hombre no sólo debe estar en contacto con las tecnologías, sino que también debe poseer las habilidades previas para utilizarlas. En este sentido las nuevas tecnologías son excluyentes y condicionantes. No poder utilizar una tecnología limita el desarrollo del hombre como ser social ya que va a haber muchas cosas que este no puede hacer o comprender por no tener un manejo apropiado de las mismas.
Los medios de comunicación son los encargados de trasmitir mensajes. Éstos son los elementos centrales de cualquier tipo de comunicación y pueden ser resignificados más de una vez. Cuando los mensajes son debatidos en ámbitos públicos el hombre va obteniendo distintas perspectivas que le van a ayudar a significar el mensaje de manera más profunda. Probablemente la interpretación que el hombre haga en un contexto determinado no sea la misma que fue pensada por los productores de ese mensaje en el momento que lo crearon.
El conjunto de mensajes que son utilizados por los medios de la información y la comunicación forman un discurso. La información brindada por éste no es de ninguna manera ingenua. Detrás de cada cosa que se produce y circula por los medios hay una ideología, una manera de ver las cosas que se utiliza al momento de narrar una noticia, y si bien son los lectores los que deciden, de manera indirecta, que es lo que se publica y que es lo que no (ya que ellos van a consumir lo que salga en los medios, estos publican lo que los lectores quieren saber sino, la gente no lo compra y los medios pierden publico), ellos no pueden ejercer ningún control sobre esta ideología, es mas, la consumen.
Ahora bien, que los hombres consuman, por llamarlo de alguna manera, la ideología que plantean los medios, no quiere decir que sean concientes de que lo hacen. Gran parte del poder de los medios de comunicación reside en simular transparencia y mostrar en muchos casos posiciones neutrales respecto de ciertos temas, pero en realidad, detrás de lo que estos dicen esta el verdadero poder, aquel que hace que el hombre quiera consumir determinadas cosas y repudiar otra. En palabras de Jesús Martín Barbero se crea un cultura del silencio en la que no se esta diciendo lo que se quiere decir, sino que se deja implícito para que las personas lo interpreten. Esta cultura del silencio es la que va moldeado los hábitos del hombre y dominando la experiencia de los nuevos procesos de comunicación.
Los jóvenes usualmente poseen en sus casas más de una tecnología “los hogares en los que viven los jóvenes son los más equipados con tecnología y culturalmente, tanto sea por la demanda explicita de los jóvenes por estos bienes y equipamientos, como por las expectativas educativas que los padres depositan en los bienes culturales y las tecnologías como apoyo a la escolaridad y al futuro de sus hijos”[1]
Que los jóvenes se guíen tanto por lo que dicen los medios de comunicación tiene que ver con la necesidad de éstos de encontrar su identidad, de sentir pertenencia a un grupo determinado que comparta sus mismos intereses. Y en ésta búsqueda no diferencian entre lo que se les muestras de lo que realmente es.
La experiencia de los jóvenes es mediatizada por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y logra que estos busquen (y encuentren) nuevas formas de sociabilizar. Ya no recurren a las relaciones cara a cara para “encarar” a la chica que les gusta, ahora chatean con ella. El punto de reunión ya no se elige por medio de una conversación telefónica, ahora todo es vía Facebook o Twitter. Ahora no se juntan a estudiar, hacen una video llamada por Skype para repasar la lección. Éstos son sólo algunos ejemplos de cómo la vida de los jóvenes se mediatizo. Y es lo que nos lleva a preguntarnos ¿se termina? ¿se termina en algún momento la relación de los jóvenes con las tecnologías? La respuesta es no, esta relación esta lejos de terminarse, es más a medida que van surgiendo nuevas tecnologías para almacenar información y para facilitar la comunicación los jóvenes, van a seguir incorporándolas a sus vidas.
Se pasó ya de una sociedad mediatizada a una sociedad formada por tecnosujetos, por hombres que son uno con la tecnología.
Pero no crean que esto pasa sólo en nuestro país. Debido a la globalización, que es la inclusión de procesos económicos, políticos, tecnológicos, sociales y culturales; las sociedades están igualmente mediatizadas, es más: en aquellos países que producen tecnología de punta están incluso más relacionados con éstas.